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Manifestaciones en Cuba el 11 de julio de 2021: la implicación de las comunidades religiosas

Manifestaciones del 11 de julio de 2021 en Cuba: La implicación de los creyentes

By ECLJ1713775588661
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El estallido social del 11 de julio del 2021 sacudió la estructura de poder del régimen totalitario que gobierna en Cuba desde 1959. Las protestas, que se extendieron por más de 60 ciudades en la isla, implicaron a todos los sectores de la sociedad: profesionales, activistas sociales o políticos, trabajadores estatales y comunidades empobrecidas. Este amplio espectro alcanzó también a los principales grupos religiosos existentes en el archipiélago caribeño: católicos, protestantes y religiones cubanas de matriz africana.

Las manifestaciones cubanas, a diferencia de las ocurridas en otros países de la región como Chile y Colombia, tuvieron una vida efímera debido a la naturaleza autoritaria del status quo y al alto despliegue militar- parapolicial, enfocado en reprimir a los ciudadanos disconformes.[1] Este panorama de violencia, se saldó con la muerte de un ciudadano en menos 24 horas y 1905 detenidos entre los días 11 y 12 de julio de 2021, según cifras aportadas por la ONG Justicia 11 J.[2]  

Un rasgo particular del estallido social, se basó en la participación extendida de practicantes de diversas confesiones, varios de los cuales fueron detenidos el día de los hechos o en la oleada represiva de las jornadas posteriores. Este ciclo de violencia obligó a desplegar una estrategia de solidaridad entre la comunidad religiosa, que se extendió meses después mediante el acompañamiento y apoyo a los familiares de los presos políticos.

La comunidad católica

La Iglesia Católica ha sido una de las instituciones socioreligiosas más críticas al castrismo desde su llegada al poder en 1959. Esta postura se ha caracterizado por sus distintas intensidades: en un primer momento, durante la década de los sesenta del pasado siglo, se adoptó una postura de denuncia frente a los fusilamientos y las reiteradas violaciones de la libertad religiosa por parte del gobierno revolucionario. La década de los años setenta estuvo marcada por una cruenta represión religiosa, mientras en los años ochenta y noventa se desplegó un proceso de distensión entre la jerarquía eclesial y las autoridades políticas.

Esta interrelación no estuvo exenta de momentos álgidos: la publicación de la Carta Pastoral El amor todo lo espera en el año 1993[3] y el discurso crítico del arzobispo primado Pedro Meurice durante la visita del Papa Juan Pablo II a la ciudad de Santiago de Cuba en enero 1998.[4] Con el largo episcopado del cardenal Jaime Ortega la situación fue cambiando hasta generarse un clima de entendimiento, que molestaba a numerosos sectores del clero y el laicado. Este panorama ha variado con el nombramiento de Monseñor Juan de la Caridad García como arzobispo de La Habana (el padre del obispo falleció en una cárcel castrista en condición de preso político).[5] El actual prelado ha permitido el florecimiento de un clima disenso político al interior de la diócesis que gobierna, que poco a poco se ha ido extendiendo a otras provincias eclesiásticas de la isla.[6]

En medio de este clima de reverdecer del pensamiento social del clero joven y el laicado ocurre el estallido social del 11 de julio del 2021. Durante las protestas ciudadanas fueron recurrentes imágenes de sacerdotes y laicos de alta visibilidad mediática participando en las manifestaciones. Al restablecerse el servicio de Internet en la isla (suspendido por el régimen con el objetivo de detener el auge de las manifestaciones) se supo que al menos una decena de laicos, un sacerdote y un seminarista habían sido detenidos.

En esta circunstancia se cree una red de solidaridad y apoyo para exigir la liberación de los laicos detenidos: Manuel Alejandro Rodríguez Yong, Leonardo Fernández Otaño, el seminarista Rafael Cruz, Isabel Amador, Karen Refeca, Neife Rigau, el sacerdote José Castor Devesa, Ángel Mesa, entre otros. Esta situación fortaleció la solidaridad católica, que se expresó mediante la imposición de habeas corpus por parte de varios párrocos y religiosas,[7] así como el despliegue de una oleada de mensajes de denuncias en las redes sociales, en particular mediante las páginas Areópago Cubano y Pensemos Juntos.

La presión de la feligresía, conjugada con las gestiones de varios obispos, posibilitaron que los laicos jóvenes detenidos fueran liberados sin cargos. Al día de hoy solo permanece en prisión Ángel Mesa, aunque la mayoría de los jóvenes detenidos durante aquella jornada estival se vieron obligados a salir al exilio.

Los manifestantes evangélicos

La actuación sociopolítica del protestantismo en Cuba, se ha caracterizado por el silencio y la colaboración con el castrismo mediante el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC). Si bien un núcleo de pastores y fieles sufrieron la persecución religiosa de las primeras décadas del totalitarismo, los agentes decisores de varias denominaciones (que ejercieron puestos directivos en el CIC) establecieron una amplia colaboración con el Partido Comunista, llegando a ocupar asientos en la Asamblea Nacional del Poder Popular.[8]

La realidad del universo evangélico en Cuba se ha transformado en los últimos años: un sector conformado por las Iglesias que pertenecen al CIC, mientras en otro segmento se sitúan un grupo de Iglesias disidentes (metodistas), las Convenciones Bautistas, Adventistas del Séptimo Día, Asambleas de Dios y un mosaico de pequeñas iglesias pentecostales, agrupadas a partir del 2019 en la Alianza de Iglesias Evangélicas de Cuba.[9]

La colonización del CIC por parte de la Oficina para la Atención para los Asuntos Religiosos del Partido Comunista, se evidenció de modo preciso en las jornadas posteriores al 11J. En este caso, la agrupación religiosa emitió un comunicado mediante su principal instancia formativa: el Seminario Evangélico de Matanzas. El comunicado constituye un documento reprobable en materia de derechos humanos y compromiso cristiano, pues en lugar de defender a la ciudadanía se optó legitimar el statu quo.

El siguiente fragmento evidencia la idea antes planteada:

“Y finalmente, la crisis se ha intensificado por las medidas económicas tomadas por el Estado a comienzos de este año. Aún, cuando se han aumentado de salarios y se ha reiterado la promesa de que nadie se quedará desamparado, lo cierto es que la población tiene que pagar a veces cinco veces más por concepto de alimentos y de los servicios de electricidad, agua, gas, teléfono, etc.

En los últimos días, particularmente el pasado domingo 11 de julio, ha habido disturbios, protestas y vandalismos, fundamentalmente causadas por muchas insatisfacciones acumuladas, todos estos años, que se han agravado estos últimos meses, pero además porque han sido alentadas y promovidas desde fuera del país (de manera muy oportunista) y también desde dentro de la nación, a través de las redes sociales. Aún, cuando ya no existen estos disturbios en el país como ocurrieron el pasado domingo, existe una tensa calma.”[10]

El texto constituye la evidencia documental de la sumisión del CIC al Partido Comunista de Cuba. Pues el contenido de la carta pública refuerza el discurso gubernamental basado en los efectos sobredimensionados del embargo y la criminalización del disenso, en lugar de apostar por la defensa de la dignidad humana.

En cambio, la situación del ecosistema de iglesias pentecostales, difícil de describir debido a la fragmentación teológica y su estructuración organizativa en decenas de pequeñas instituciones a lo largo del país, nos demuestra una postura distinta al CIC. En los días posteriores a las manifestaciones, numerosos líderes religiosos emitieron públicas cartas criticando el uso desmedido de la violencia y la precariedad de la vida cotidiana que sufría su feligresía.[11]

 Al igual que en la comunidad católica, varios protestantes fueron detenidos por participar en las manifestaciones. En la ciudad de Matanzas fueron apresados los pastores Yarian Sierra y Yéremi Blanco. Ese domingo, al terminar de oficiar el culto, se incorporaron a las protestas ciudadanas, siendo detenidos por el delito de desórdenes públicos y trasladados a la prisión Combinado del Sur, ubicada en su provincia de residencia. Debido a las amplias presiones mediáticas, Sierra y Blanco fueron liberados en septiembre del 2021.

Miembros de la Iglesia Bautista Occidental, los hermanos Jorge y Nadir Martín Perdomo fueron detenidos por su participación en la manifestación de la ciudad de San José de las Lajas. Estos jóvenes laicos fueron torturados en la prisión del VIH-SIDA, en la provincia de Mayabeque, mientras sus familiares desconocían su paradero. Meses después, Nadir fue condenado a seis años de prisión, mientras Jorge fue sentenciado a una pena de ocho años.[12] Su proceso judicial presentó un carácter punitivo y ejemplarizante, debido al prestigioso social que estos profesores cristianos tenían en su ciudad natal. Al día de hoy los hermanos Jorge y Nadir, permanecen en prisiones separadas, como represalia a la labor cívica de exigencia de justicia que desarrolla su madre Marta Perdomo.

El pastor Lorenzo Rosales Fajardo fue detenido por participar en las protestas del 11 de julio en la ciudad de Palma Soriano. Este municipio oriental fue la segunda población en salir al espacio público y días después protagonizó otro acto de protesta cívica mediante un abucheo público al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés. Con anterioridad a los hechos Rosales Fajardo fue Superintendente de la Iglesia Biblia Abierta, pero fue expulsado de dicho cargo debido a las presiones de la Oficina de Asuntos Religiosos ante sus críticas al régimen político.[13]

Este ministro fue condenado en un juicio politizado a una pena conjunta de siete años de prisión por los delitos de atentado, desórdenes públicos y desacato. Al día de hoy el religioso cumple su pena en la prisión de máxima severidad de Boniato, donde ha sufrido un deterioro considerable de su estado de salud físico y psicológico.

 

Religiones cubanas de matriz africana y disenso político

Las religiones afrocubanas comprenden un amplio ecosistema espiritual donde los elementos del catolicismo se mezclan con formas religiosas procedentes del África Bantú, dando lugar a la Regla Osha- Ifá, la Regla del Palo Monte, el Camino Arará y las Cofradías Abakuá. Al igual que en las iglesias protestantes, la santería y otras formas religiosas afines han sido coartadas por la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista, sometiendo a su control la directiva de la Asociación Yoruba de Cuba.

Frente a esta realidad de violación de la libertad religiosa surge en la provincia de Villa Clara la Asociación de Yorubas Libres. Este proyecto religioso se encontraba dirigido por el matrimonio de Donaida Paseiro y Loreto Hernández. Ambos cónyuges participaron en la manifestación ocurrida en la ciudad de Placetas el 11 de julio del 2021, siendo detenidos y condenados a una pena de 8 y 7 años de prisión respectivamente.[14]

Atención especial merece la situación de los miembros de la organización religiosa  Lisdany y Lidianis Rodríguez Isaac, quiénes fueron condenadas a ocho años de prisión. La situación de Lisdany ha sido objeto de denuncias por parte de la prensa independiente y las organizaciones defensoras de derechos humanos en Cuba en las últimas jornadas,[15] llegando a ocupar la atención en medio internacionales como los españoles el Debate, CNN y El País.

 La joven quedó embarazada en la prisión, pero la policía política y las autoridades carcelarias estuvieron presionándola para qué se practicará un aborto. La apuesta de la presa política a defender la vida de su hijo ha precarizado su situación penal debido a la compleja situación alimentaria que vive en el penal y las presiones carcelarias dirigidas contra ella. 

A modo de conclusión

Las comunidades religiosas en Cuba han sido en estos sesenta años de estado totalitario un foco de represión y censura. En cambio, en los últimos años debido a la crisis económica y el ascenso de nuevas generaciones de practicantes sedientos de cambios democrático, ha transformado la incidencia pública dentro del espacio religioso, ya sea mediante declaraciones comunitarias antisistema o la participación en acciones de protestas. La respuesta del castrismo no se ha hecho esperar: juicios ejemplarizantes, prisiones políticas, expulsiones del país y otras formas de violación de los derechos humanos y la libertad religiosa. A pesar de las respuestas del castrismo, estos hombres y mujeres de fe siguen suplicando a Dios cada jornada por el fin de la dictadura comunista.

Leonardo M. Fernández Otaño

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[1] Informe Prisión o exilio: Represión sistemática contra las protestas de julio de 2021 en Cuba. Disponible en: https://www.hrw.org/es/report/2022/07/11/prision-o-exilio/represion-sistematica-contra-las-protestas-de-julio-de-2021-en

[2] Véase: https://justicia11j.org/ 

[3] Carta Pastoral “El amor todo lo espera” en portal Cubaencuentro. Disponible en: https://www.cubaencuentro.com/documentos/carta-pastoral-el-amor-todo-lo-espera-117949 

[4] Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Q-O9utuyxy4

[5] “Juan de la Caridad García: Los cubanos tenemos que abrirnos a nosotros mismos” en Revista Vida Nueva abril del 2016.

[6] La Iglesia Católica frente a los avatares de la articulación ciudadana en Cuba entre 2019 y 2021 en Revista Desafíos de la Democracia en América Latina, julio del 2022, pp. 22-23.

[7] Acto de Hábeas Corpus 22/2021 interpuesto por el sacerdote jesuita Eduardo Llorens en favor de los artistas e intelectuales detenidos a las afueras del Instituto de Radio y Televisión el 11 de julio del 2021.

[8] En esta situación sobresale el caso de Pablo Odén Marichal, quien fue presidente del CIC diputado al Parlamento castrista. Otro caso relevante es el Pastor Jesús Suárez, fundador del Centro Martin Luther King.

[9] Crean la Alianza Evangélica de Cuba, como alternativa al Consejo de Iglesias. Disponible en: https://www.evangelicodigital.com/latinoamerica/8044/crean-la-alianza-evangelica-de-cuba-como-alternativa-al-consejo-de-iglesias 

[10] Disponible en: https://www.facebook.com/AprueboEvangelico/posts/comunicado-del-seminario-evang%C3%A9lico-de-teolog%C3%ADa-en-matanzas-cuba-sobre-la-situac/352838042956800/

[11] Suárez, Joe. “Pastores del 11J: cómo líderes protestantes se convirtieron en objetivos de la represión en Cuba” en Diario de Cuba, publicado el 13 de enero del 2022.

[12] Sentencia Judicial de la Causa 67 del 2021.

[13] Cronología relacionada a la prisión en Cuba del pastor Lorenzo Rosales Fajardo en Instituto Patmos. Disponible en: https://institutopatmosonline.org/2021/11/18/cuba-soscuba-libertad-para-el-pastor-lorenzo-rosales-fajardo-freelorenzo-libertadparalorenzo/

[14] Amnistía Internacional. Cuba: Liberen a las personas yoruba presas de conciencia. Publica el 21 de junio del 2023.

[15] Guerra, Wendy. “El derecho a luchar por la vida” en CNN. Disponible en: https://cnnespanol.cnn.com/2024/02/19/opinion-el-derecho-a-luchar-por-la-vida-wendy-guerra-orix/

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